A pesar de que los ayuntamientos disponen desde hace décadas de libros blancos para una restauración urbana, con acciones orientadas en dirección a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la realidad es que muchos de los consistorios dan pasos hacia atrás, retrocediendo hacia el modelo urbano del siglo pasado. Hacia una ciudad menos amable con sus habitantes. ¿Qué puede hacer la ciudadanía ante esta situación?
- Se publica la primera edición de la ‘Recuperar la Ciudad. Guía para la ciudadanía con 40 ideas para una recuperación urbana’, un libro blanco con licencia abierta orientado a las personas.
- La ciudadanía necesita herramientas para recuperar la ciudad que democraticen las decisiones sobre el entorno en el que vive.
- Esta publicación pretende dar respuesta a la pregunta “¿Qué puedo hacer yo para conducir el desarrollo del municipio en que vivo en la dirección que necesitamos?”.
España, 26 de agosto de 2022. Un grupo impulsor de la recuperación urbana formado por más de una treintena de personas publica de forma abierta y colaborativa la primera edición de esta guía, un esfuerzo conjunto para dar herramientas a la ciudadanía para participar de forma activa en las decisiones sobre su entorno inmediato.
Ciudades de todo el planeta se adaptan a la emergencia climática al tiempo que revierten parte del daño del desarrollismo del siglo XX, entonces orientado a la movilidad privada altamente contaminante, depredadora de territorio, consumidora de espacio público y generadora de desigualdades sociales. Hay cierto consenso en permitir que la ciudadanía forme parte de los proyectos de renovación urbana que les afectan, aunque este consenso sobre el papel no se traslada a la realidad.
No todos los consistorios han iniciado esta transformación. El cambio, aunque necesario, es complejo. La infraestructura heredada, la inercia del pasado o los intereses particulares siguen inclinando en muchas ciudades la balanza hacia la mentalidad del siglo pasado. Hoy en día se siguen talando árboles, las autopistas suman más carriles y se descuida la perspectiva social de la ciudad.
La peatonalización, el urbanismo táctico, la construcción de zonas de bajas emisiones, el despliegue de infraestructura ciclista protegida o el diseño de supermanzanas ha revertido parte del daño causado por el desarrollismo del siglo XX. Esto no habría sido posible sin la movilización ciudadana. Aunque los gobiernos y consistorios tienen un papel principal en esta metamorfosis, el rol de la ciudadanía es también ineludible. No hay cambio sin movilización social.
#RecuperarLaCiudad es una publicación que arroja algo de luz a las acciones individuales y colectivas disponibles para la ciudadanía. Tomar las calles con la movilidad activa, ocupar el espacio público con vegetación, ampliar los nichos de biodiversidad o asociarse en comunidad. La guía recoge 40 acciones específicas a las que poder recurrir para recuperar la ciudad, para que cada cual trabaje sobre aquellas que coincidan con su capacidad, necesidad e idiosincrasia personal.
‘Recuperar la Ciudad. Guía para la ciudadanía con 40 ideas para una recuperación urbana’ está disponible para su descarga gratuita y permite la reedición por parte de colectivos que sumen iniciativas en la línea de la recuperación urbana.
Esta guía no habría sido posible sin el trabajo de docenas de voluntarios y voluntarias de sectores tan variados como la nutrición, la neurología, la ingeniería, la redacción, la traducción, la divulgación, el urbanismo, la biotecnología o la comunicación científica, entre algunas de las profesiones involucradas en el proceso de ideación, redacción, corrección y traducción.
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